Colombia, junio de 2018
Somos animadores y animadoras en la fe cristiana de diferentes denominaciones, que unidos y unidas en el proyecto de vida de Jesús de Nazareth, nos conmueve en las entrañas la situación de profunda injusticia social, de violencia, de inequidad, de corrupción y de muerte que ha vivido nuestro país históricamente.
Por ello estamos comprometidos y comprometidas con un cambio social estructural, que pueda conducir a la superación de la pobreza y las inequidades escandalosas ante los ojos de Dios y ante la conciencia de hombres y mujeres de fe. Los pobres, los más débiles, los que sufren, los oprimidos, los pecadores, son los escogidos por el dios de Jesús como los privilegiados en su acción salvadora y a ellos les promete un mundo mejor, una situación en la cual triunfe la vida y abunde la leche y la miel para todos y todas.
Promovemos los valores del Reino de Dios anunciados por Jesucristo. Queremos que el mensaje de paz del evangelio “La paz esté con ustedes” se concrete en una paz con ética, con justicia social y ambiental; en una paz con democracia real asentada en la solidaridad y no en la competencia; en una paz fundamentada en la transparencia y no en la mentira; en una paz construida desde la equidad y no desde la avaricia y la acumulación desenfrenada.
Creemos firmemente en un futuro de esperanza que haga realidad la profecía de Isaías:
“Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas.
Una nación no levantará la espada contra otra
y no se adiestrarán para la guerra “ (Is. 2,4)
No queremos idealizar ni sacralizar ningún proyecto político, ni ningún líder, pero en el contexto de esta segunda vuelta en las elecciones, vemos con entusiasmo cómo el programa de la Colombia humana recoge muchos de los ideales, causas y deseos, presentes en el evangelio y en la más genuina propuesta del cristianismo primitivo. Por esto invitamos a todos los creyentes a que luego de ejercer el voto, ojalá por este programa de cambio, a crear una veeduría ciudadana desde la fe, de carácter permanente, que le haga seguimiento al cumplimiento de estas políticas. Nos comprometemos a proteger con nuestras oraciones la vida de Gustavo Petro Urrego y de Ángela María Robledo y ofrecemos nuestro claro respaldo para que sean elegidos como los gobernantes de Colombia para el período de 2018 – 2022.