La Mesa Ecuménica por la Paz –MEP– ha adoptado el método Ver, Juzgar, Actuar y Celebrar, para comprender el contexto socio-político y los desafíos de la realidad fundante la cual brinda criterios para la incidencia desde la relación fe y política.
En este sentido, La MEP sigue con especial atención, las mesas de diálogo entre el gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional –ELN – para que el silenciamiento de los fusiles y hostilidades en el marco del conflicto armado, sea transformado por acciones de paz y convivencia sana en territorios de gran impacto.
El cierre del Tercer ciclo, el día 9 de junio en La Habana (Cuba), permite Ver en los Acuerdos la importancia de detener la violencia en el país, a partir del reconocimiento de la gran afectación a los sujetos, representados en los seres humanos, en la casa común, en la explotación de los recursos, etc., pasando a un segundo plano la afectación a las ideas.
No significa que la afectación a las ideas no sea importante ya que es a partir de estas que se determinan criterios para acciones transformadoras, pero es importante iluminar desde el impacto de esta historia, respuestas en concreto que son establecidas desde el Juzgar el cual propone discernir el cambio de actitudes para transformar hábitos y prácticas cuestionadas desde la Palabra de Dios y la misma sociedad civil, vulnerada. En este sentido, se logra descubrir que la situación de violencia es reconocida por los actores como una etapa no casual sino que es el producto de situaciones estructurales de injusticias económicas y sociales que necesitan urgentemente ser transformadas, pero la violencia no es camino.
Es aquí donde la firmeza del Actuar no solo de desescalar el conflicto sino de buscar su finalización efectiva, con tiempos específicos, son los aspectos que van a definir el camino de la paz. Un primer momento, es la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz (Acuerdo No. 9), que es camino para que el ELN pase de la insurrección armada a la paz. Luego viene el Acuerdo No. 10, el cual especifica el Cese al fuego nacional y temporal, determinado a través de dos (2) protocolos, también con temporalidades definidas.
Un Acuerdo importante, tiene que ver con que la mesa de diálogo va a dejar de ser intermitente para ser una mesa permanente, donde se redactarán los protocolos de cese al fuego y también se entra al diseño de los otros puntos como el comité nacional de participación, el cual será instalado el 25 de julio. Esta voluntad de paz da señales para establecer rumbos hacia la justicia social, ambiental, elementos coherentes de los clamores del pueblo colombiano que no se rinde ante la guerra y su gran esperanza es Celebrar la vida y todo lo que la rodea.